Lucas 8:8
Y algunos cayeron en buena tierra y crecieron y rindieron cien veces. ” Como él dijo estas cosas, él llamó, “el que tiene oídos para escuchar, que oiga.”
Escuche atentamente
Escuchar no es una acción neutral.
Es más que ondas sonoras que viajan a través del aire entrando en su oido golpeando su tímpano vibrando las células del cabello en su cóclea.
Las palabras que entran en tu oído viajan y se convierten en parte de ti.
Las palabras tienen el poder de influir tus pensamientos y emociones.
Sólo piensa en la última vez que alguien te dio un halago o te insultó.
Esos pensamientos no simplemente leegan a oídos sordos.
No, en vez de eso te hicieron feliz o enojado. Y luego estas palabras reaparecieron y empezaste a procesar y revivir ese momento en tu mente.
Por esa razón, esas voces que son las más fuertes de tu vida tendrán la mayor influencia.
¿Quién tiene su atención
Cuando digo más fuerte no me refiero al volumen en el que hablan.
Me refiero a la cantidad de atención que pagas cuando hablan y cuánto valoras a la persona que habla esas palabras.
Las palabras de estas personas pueden cambiar fácilmente su opinión sobre algo o pueden moverlo en una dirección determinada.
Su última decisión o varias decisiones fueron probablemente un resultado directo de la opinión de esas personas.
Entonces, ¿quién tiene tu atención?
¿De quien son las palabras que valoras más?
Presta toda tu atención a Jesús
Aquellos que tienen su atención tienen la mayor influencia en su vida.
Así que presta toda tu atención a Jesús.
Lee tu Biblia para que Dios pueda hablarte a través de las palabras escritas en esas páginas.
Ore y medite durante todo el día para que tengan una conexión constante con Dios.
No deje que ninguna voz sea más fuerte que la de Dios.
Usted quiere que la voz de Dios sea la voz que guía.
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